sábado, 27 de agosto de 2011

EL CUENTO.

SECCIÓN DEL SÁBADO : Os propongo leer esta pequeña historia que humilde mente he creado con el sonido adjunto.
Creo que pasareis un buen ratito con este pequeño experimento.

Dar al play antes de empezar lectura

CASANDRA.

Aquella noche Casandra no podía dormir.
Revoloteaba entre las sabanas, pero la tormenta era cada vez mayor.
Sus pequeñas orejas recogían el ruido de las gotas al chocar contra los cristales y el ulular de el viento agitando las ramas de los arboles.
Casandra se levanto de la cama...
La luminosidad de aquel relámpago, hizo ver su sombra impactando por dos veces contra la pared y el estruendoso trueno que precede a la luz, la devolvió a la mas absoluta oscuridad.
De soslayo miro el reloj digital.
Las 2:30 de la mañana de aquel tormentoso mes de octubre.
Seguía a oscuras.
ella quería gritar:
-.¡Papa, Mama!.
-.Tengo miedo, no puedo dormir...
Casandra no podía hablar.
Aquel trágico accidente arranco la vida a sus padres y a ella le dejo terribles secuelas de las cuales aun no se había recuperado.
Aun a si grito.
La voz retumbo por toda la casa y las luces de la misma fueron encendiéndose hasta iluminar parte de la habitación.
Se oyeron unos pasos apresurados acercándose hacia su habitación.
-.Casandra hija que te pasa.
-.¿Estas bien?...
¿Esa voz?, ¿esa aterciopelada voz?.
-. ¿Mama?...
-. Dime cariño que te pasa.¡Uf!. Estas hirviendo. (Tocándole la frente).
-. Mama, pero si estas muerta yo te vi en el entierro a ti y a papa.
-. ¡Raul Raul la niña no se encuentra bien esta teniendo alucinaciones hay que llevarla A un Hospital!.
-. Ya va, ya va. Dijo el padre.
_. Tiene cuarenta de fiebre vayámonos Raul. Dijo la madre.
Casandra seguía mirando la escena con los ojos como platos.
¿ Había sido todo una pesadilla?...
El coche corría mientras la lluvia golpeaba el parabrisas cada vez mas insistente mente.
Dentro Su madre la miraba acurrucandola en su regazo.
En la curva 230 de la carretera comarcal de Villa Laos.
El coche patino saltándose el quita miedos y dando tres vueltas de campana hasta chocar contra un árbol.
No hubo supervivientes...
Aquella noche.
Casandra no podía dormir.
Revoloteaba entre las sabanas pero la tormenta era cada vez mayor.
FIN.

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